Los ilustrados y su compromiso con la población (1ª
parte)
Por el Prof. Gustavo Cichero
A diferencia
de los siglos anteriores, cuando la fe cristiana se presentaba como la única
redentora de la humanidad, en el siglo XIX, “los intelectuales” se mostraban
como los nuevos salvadores del mundo, considerando que el conocimiento
científico, era la fuente para el continuo progreso y la solución a los males
de las personas. Con la difusión de su “mentalidad”, el laicismo se propagó en
la sociedad.
Los dirigentes de las
asociaciones culturales que existieron en nuestro país, se identificaron en su
gran mayoría con el liberalismo. Creían en un progreso permanente, desde lo
religioso eran agnósticos y se afirmaban en las experiencias del pasado para
proyectar el futuro. Estos grupos dirigentes, combinaban una profunda
admiración por las naciones europeas con un gran patriotismo hacia nuestra
república.
El grupo de “ilustrados”
gualeguayenses, estaba integrado por empleados públicos, profesionales de la
educación, abogados y médicos.
La mentalidad de los reconocidos
intelectuales occidentales y argentinos del S XIX – dentro de los que podemos
encontrar a los fundadores de la gualeya “Sociedad Fomento Educacional” -,
reflejaba que en sus vidas estaba implícita la obligación moral y el trabajo de
civilizar al pueblo.
Esta clase trasladó sus intereses
asociacionistas a toda la comunidad, tratando de difundir sus ideas y proyectos
por todos los medios que estuvieran a su alcance, ya sea espectáculos o
simplemente la propaganda en la prensa.
En Gualeguay, a través de la Biblioteca Popular
y la Escuela Nocturna
Cristóbal Colón – ambas instituciones fundadas por la Sociedad Fomento
Educacional -, se convirtieron en los “contribuyentes culturales” del pueblo,
difundiendo la lectura, dando conferencias o dictando cursos.
Según el fundador y primer
presidente de “La Fomento”,
el Dr. Antonio Medina, la culminación de los estudios universitarios “[…] me imponía serios deberes para con la
patria, cuando había llegado el momento de consagrarle a ella mis esfuerzos en
la limitada esfera que el destino me deparaba.
Si bien de esa actitud fluye una íntima satisfacción para mí, por el
deber cumplido; las obras realizadas tienen su importancia especial para
Gualeguay, porque ellas arrojan un timbre de honor sobre él, como pueblo culto
y progresista, dispuesto siempre a propiciar con entusiasmo toda tendencia
altruista, y a realizar las empresas que se tradujeran en un beneficio moral o
material para sus habitantes”(1)
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Detalle del volante |
Las comisiones directivas de la Sociedad Fomento
Educacional, tuvieron una gran influencia sobre el conjunto del vecindario.
Esto puede verse en las actividades públicas que desarrollaron, en el impulso
de la lectura y en la educación sistemática impartida desde la Escuela Colón.
Las diferencias sociales
existentes desde el punto de vista cultural, trataron de ser salvadas a través
de la alfabetización. La Biblioteca Popular y la Escuela Nocturna fueron las
herramientas.
Referencias
(1)MEDINA, Antonio. Páginas Sueltas: Colección de Artículos y discursos. Gualeguay.
Editorial de W. Martínez. 1905. Pág.6